Como decía en mi anterior entrada, supongo que a la
mayoría de los que tenemos esta especie de locura del coleccionismo os pasara
como a mí, cuando salgo de vacaciones si encuentro algo que está relacionada
con mi hobby intento adquirirlo y llevármelo a mis vitrinas, aunque como en el
caso de esta entrada no tenga especial valor material, ni sean piezas raras, y
no se coticen en el mundo del coleccionismo, pero… ¿quién se resiste a la
tentación?, en fin ¡qué le vamos a hacer!.
Una de mis aficiones siempre que he podido ha sido el
viajar y de cada viaje siempre me he traído algo, algún día publicare mi
colección de casa típicas y monumentos que de cada sitio me he traído, pero por
ahora me limito a enseñar solo aquellas que tiene que ver con el miniaturismo
de soldaditos o similar aunque como ya he dicho el valor sea prácticamente nulo
a nivel de coleccionistas, pero a mi entre otras cosas me recuerda mis viajes y
forman parte de mi colección particular.
El Arlequín es el personaje más popular de la Commedia dell'Arte, aparecida en Italia en el siglo XVI, pero cuyo origen tiene lugar en la Edad Media. Disfraz de parches coloridos, probablemente restos de disfraces ricos. Al principio fue un personaje ingenuo y evolucionó transformándose en un personaje astuto y sofisticado. Se burla de los arrogantes y codiciosos. Su comportamiento es anárquico, siempre hambriento y sin dinero.Personaje imprescindible en los carnavales de Venecia, allí vi en un escaparate estos tres arlequines y no me lo pensé, forman un conjunto con mucho movimiento. De resina 1.32
Aunque estas figuras de la Guardia Suiza del Vaticano lo
lógico hubiese sido comprarlas en Roma, resulta que visitando el precioso
pueblo medieval de San Gimignano en la Toscana italiana apareció ante mí en su maravillosa
calle principal una tienda de miniaturas que me la hubiese llevado entera,…Pero
no pudo ser!, así que me conforme con llevarme estos. Son de plomo escala 1:32
De una de las ciudades imperiales de Europa, Budapest, me
traje esta pareja de húsares húngaros que no desentonan en absoluto con la colección
que tengo de Admirall Palau (figuras de las guerras napoleónicas) editada en
1997. De plomo a escala 1:32.
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